martes, 31 de mayo de 2016

Un viaje


Mi padre, con diecinueve años de edad, arribó a Buenos Aires un 16 de noviembre de 1949, muy ilusionado por conocer “América”.
La travesía duro veinte días en un barco llamado “Buena Esperanza” y dejó en España a su madre, dos hermanas y un hermano mayores que él.
Argentina le proporcionó un trabajo y la alegría de ganar lo suficiente como para poder enviar dinero a su madre, ya que la post-guerra era muy dura.
El tiempo corrió y formó una familia a quien siempre les contaba su vida en España, de su querida madre, de sus hermanos, de sus amigos, de su escuela y mil anécdotas que formaron en la mente y corazón de sus hijas un sentimiento de amor y cariño inigualables que acrecentaban las ansias de conocer a toda esa familia paterna.
En el año 1980, tuve la suerte de viajar con mi padre y conocer su pueblo, a mi querida abuelita y familiares. Yo estaba fascinada porque lo que había aprendido en la escuela secundaria sobre la edad media lo veía y sentía en ese momento, al recorrer el pueblo, sus callejuelas y el castillo. 
Mi pasión era caminar sola por esas callejas y ver donde salía. Eso intente un día pero con solo dar tres pasos salio de su casa una vecina que según mi padre le llamaban “ Paca la larga” y adiós al paseo... pues me insistió para que entrara a su casa a tomar el té. De todos modos fue muy placentero compartir con una amiga de mi padre esos momentos.
Fue un viaje maravilloso que me permitió conocer a seres extraordinarios que se disputaban el momento para estar conmigo, el hermoso pueblo y la casa donde mi padre había nacido.
Mi padre siempre dice:  “El mejor pueblo, Morales y el mejor país Argentina”-

Maria
2016

1 comentario: