martes, 17 de mayo de 2016

Domingo en el Guillelmo


BARILOCHE, DICIEMBRE 1984

Era un domingo de verano, como tantos, pero este, es uno muy especial; efectivamente, así lo fue.
Cruzamos el arroyo con la camioneta con toda la familia, con cierta dificultad, pero se pudo, la motivación era pasar el día en el lago Guillelmo , y si realmente tuvimos un día formidable , mis hijos, el mayor de 12 años Leonardo, Esteban de 6 años, mi suegra , esposa, yo ; y mi madre que estaba de visita ;pero de regreso , tuvimos que vadear por ese arroyo, que debido a la hora contenía mayor caudal, y al intentar cruzarlo la camioneta se detuvo, en eso y con el susto del caso , mi hijo mayor Leonardo dio un salto al arroyo , y empujo con tal empeño que movilizo a la camioneta a la otra costa.
Realmente fue un mal momento, quedando todos ex autos, al continuar la marcha, con ese atardecer, de lago, arroyo y bosque patagónico, resulto la anécdota del día ; pero no termino aquí, recorriendo unos metros más, se presento la presa, dos hermosas liebres delante del camino, en ese instante tome el pistolón, y monte el gatillo , que , lamentablemente se disparo, perforando mi brazo izquierdo, en ese momento una voz aterradora ¡PAPAAAAA!, era mi hijo menor Esteban espantado por lo sucedido, envolviéndome el brazo con un tallón alcanzado por mi Esposa, continuamos el regreso en busca de un auxilio inmediato; sala enfermería Mascardi, Policia. Gendarmería... pero no, sin resultado... Al hospital de Bariloche, que en esta oportunidad conduciendo mi hijo mayor Leonardo, al llegar a este, de inmediato me acostaron en la camilla y en ese instante me desmalle; producto que ya estaba con poco caudal sanguíneo.
Fueron muchos días en el hospital, Navidad, Año Nuevo y demás vivencias ocurridas en todos esos días, como así también las cinco operaciones para restablecer mi brazo.
Por suerte y con la ayuda de Dios -que estuvo presente- de a poco mi vida se fue acondicionado a lo normal.
Como colorario de tal situación puedo manifestar que gracias a la sustentación de la familia y de los amigos, si bien la vida nos somete a pruebas fundamentales, no podríamos llevar a cabo, sin la participación de todos ellos.
También manifiesto que sirvió muchísimo para valorar intensamente la vida, la naturaleza, los animales, es por ello que después de lo sucedido no sacrifique ningún ser viviente de este mundo, es más, trato de salvar cualquier animal en peligro.
La vida enseña. Ojalá el ser humano sea consciente de resguardar todo lo que ella nos brinda y ser fieles precursores de una vida mejor.-


Leonardo Claps 2016

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