BARILOCHE,
DICIEMBRE 1984
Era
un domingo de verano, como tantos, pero este, es uno muy especial;
efectivamente, así lo fue.
Cruzamos
el arroyo con la camioneta con toda la familia, con cierta
dificultad, pero se pudo, la motivación era pasar el día en el lago
Guillelmo , y si realmente tuvimos un día formidable , mis hijos, el
mayor de 12 años Leonardo, Esteban de 6 años, mi suegra , esposa,
yo ; y mi madre que estaba de visita ;pero de regreso , tuvimos que
vadear por ese arroyo, que debido a la hora contenía mayor
caudal, y al intentar cruzarlo la camioneta se detuvo, en eso y con
el susto del caso , mi hijo mayor Leonardo dio un salto al arroyo ,
y empujo con tal empeño que movilizo a la camioneta a la otra costa.
Realmente
fue un mal momento, quedando todos ex autos, al continuar la marcha,
con ese atardecer, de
lago, arroyo y bosque patagónico, resulto la anécdota del día ;
pero no termino aquí, recorriendo unos metros más, se presento la
presa, dos hermosas liebres delante del camino, en ese instante tome
el pistolón, y monte el gatillo , que , lamentablemente se disparo,
perforando mi brazo izquierdo, en ese momento una voz aterradora ¡PAPAAAAA!, era mi hijo menor Esteban espantado por lo sucedido,
envolviéndome el brazo con un tallón alcanzado por mi Esposa,
continuamos el regreso en busca de un auxilio inmediato; sala
enfermería Mascardi, Policia. Gendarmería... pero no, sin
resultado... Al hospital de Bariloche, que en esta oportunidad
conduciendo mi hijo mayor Leonardo, al llegar a este, de inmediato
me acostaron en la camilla y en ese instante me desmalle; producto
que ya estaba con poco caudal sanguíneo.
Fueron
muchos días en el hospital, Navidad, Año Nuevo y demás vivencias
ocurridas en todos esos días, como así también las cinco
operaciones para restablecer mi brazo.
Por
suerte y con la ayuda de Dios -que estuvo presente- de a poco mi
vida se fue acondicionado a lo normal.
Como
colorario de tal situación puedo manifestar que gracias a la
sustentación de la familia y de los amigos, si bien la vida nos
somete a pruebas fundamentales, no podríamos llevar a cabo, sin la
participación de todos ellos.
También
manifiesto que sirvió muchísimo para valorar intensamente la vida,
la naturaleza, los animales, es por ello que después de lo sucedido
no sacrifique ningún ser viviente de este mundo, es más, trato de
salvar cualquier animal en peligro.
La
vida enseña. Ojalá el ser humano sea consciente de resguardar todo
lo que ella nos brinda y ser fieles precursores de una vida mejor.-
Leonardo Claps 2016
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