viernes, 1 de julio de 2016

Valorarse

Con la madurez de los años he aprendido que los golpes nos hacen crece  y valorar más la vida. Siento que alguna puerta se abrirá y encontrarÉ esa luz que busco y se llama esperanza y verdad, la que te lleva a un sendero inexplicable: acepta lo que ves, eso es lo que tienes, es mucho... y nada al no valorarlo. 
He pasado a ver lo más interno de nuestra larga y corta vida. Valoremos. El hoy es mucho y mañana nada. Ayer fue, de la alegría a la tristeza, un paso. Y te caes en lo más profundo de tu ser. 
Desvelo y soledad son mis grandes compañeros. Desapareceré, esperando al gran amor de mi vida. Reconozco que no existe la perfección, en el ser humano, valemos tanto y dejamos que nos destruyan en un segundo, somos seres de buenas y malas costumbres, de gustos únicos. Respetemos al otro como es. Pero aún así mi sensación de vacío llega y escapo de ella, busco en que entretenerme y escapo...
Llega un nuevo día con esperanzas. Corro buscando con mi pensamiento mi niña interior... y me escapo en un segundo a un bello momento de felicidad. Juego, corro, brinco, soy yo. Ayer fue.
Y regreso y veo a mi madre y le pido perdón por darme con tanto esfuerzo la vida queriendo abandonarla y me falta coraje. 
Existo y razono que por alguna razón estoy. Y paso por distintas facetas... Es como tener una flor en tu mano e ir desojando uno a uno sus pétalos. Busco su bello perfume, lo imagino profundamente y lo siento. Es real. Son cosas que hacen aferrarme a esta dulce vida que me ha dado todo. No lo valoramos en su momento. 
No sé porque me esfumo y regreso y sigo huyendo en la vida de la soledad del corazón. Lo que amo, los que amo se van y mi bolsa se va llenando de mil cosas: recuerdos, estrellas, flores, sol, lunas, agua, esperanzas... Y encuentro mucha luz y me aferro a esto. Y descubro que esto vale oro. Y nada más me interesa
Llegue a mi gran meta: encontrarme conmigo, uno más en este planeta. Descubro mi bella luz, mi ser.
Gracias madre, mi vida, mi cielo. Te amo. Por ti estoy y soy aquí. No te conocí  y te imagino conmigo  siempre, bella paz.
Te encontraré y ahí te veré donde te escondes.

Inés Fuentes

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