martes, 5 de julio de 2016

Pensamiento


Hoy quisiera compartir un pensamiento.
Muy joven sufrí la perdida de mi madre, luego de mi abuela y al poco tiempo la de mi tío. Este tío era el único hermano que tenia mi madre y lo mas increíble y sorprendente es que falleció el mismo día que años atrás lo había hecho mi madre.
Luego, y después de once años de casada, fallece mi esposo, quedando yo, con una hermosa niña de siete anitos. A pesar de este destino cruel, me considero una persona feliz, porque rescato de todo ello solo lo bueno vivido y compartido.
Recuerdo la atención de mi madre y su dulzura, la compañía y consejos de mi bondadosa abuela, el silencio profundo de mi tío pero con una intensa conexión entre los dos cuando me acariciaba la mejilla o me miraba con esos grandes ojos negros, y de mi esposo recuerdo todo lo vivido y le agradezco el regalo mas preciado que es mi hija.
Por todo esto, y por haber sido siempre una persona amada por estas personas digo que soy feliz, porque me dejaron lo mejor de ellos, la enseñanza que deja una familia enorme pero siempre presente, la dignidad que da tener un trabajo, la importancia de rodearse de afectos y mil cosas mas.
Esto me hace pensar que si un niño o niña es querida, contenida, educada y respetada dentro de una familia presente y en especial haber tenido una infancia plena y alegre, debería ser un adulto feliz, ¿no les parece?

                                                                                  María

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