Era el mes de enero de 1950, una tarde calurosa y decidimos ir a la playa. Nos reunimos en el club donde lo hacíamos a diario y fuimos todos en busca del transporte que nos lleve a la costa del río.
Al llegar,una vez instalados nos dirigimos a la playa a jugar a la pelota y lo hicimos hasta comenzar a tirar la pelota al agua y entonces ya en pleno juego la pelota fue arrojada a unos diez metros de un compañero y al ir a buscarla nos sorprendió la desesperación con que se esforzaba por mantenerse a flote y era que había un tremendo pozo que hizo que el y un compañero que intentó rescatarlo desaparecieron de la superficie.
Osvaldo 2016
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